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Fundación Cultural Cebil

APERTURA ENCUENTRO NACIONAL DE CULTURA EN CONTEXTOS DE ENCIERRO

PALABRAS DE APERTURA

SALTA, MARZO DE 2011

Por Verónica Ardanaz
Presidenta de la Fundación Cebil

Por sus características, este evento podría haber sido un Congreso, pero se eligió, se soñó y se fue construyendo un espacio de encuentro, desde el trabajo y acompañamiento de muchas personas e instituciones, que de manera espontánea y cabal dieron todo lo mejor de sí para que sea posible – y que luego voy a mencionar en detalle al final- porque nos sentimos parte de esa Argentina que desde ya hace algún tiempo, alrededor de 10 años, no por casualidad en tiempos de desmantelamiento del Estado y profunda crisis, viene construyendo un nuevo campo de la cultura, y está comprometida con la profundización de nuestra democracia.

Estos caminos son el trabajo colaborativo desde distintas lógicas y enfoques, el intercambio de experiencias y el diálogo creador desde la conciencia social que es la única constructora de un futuro para todos. Por eso, este es un encuentro en múltiples sentidos, porque quizás llegó el momento de que la cultura no sea sólo espacio de expresión, un coto de caza del arte, una estrategia de, un espacio de contención o entretenimiento o mero espectáculo de masas.

La cultura es el modo de poner en el centro las cosas importantes que nos están pasando como sociedad, y que no siempre son visibles o tienen visibilidad en los medios. Toda cultura es esencialmente un modo de vincularnos con nosotros mismos y con el mundo, el modo en que decidimos construirnos socialmente, estructurar nuestros valores, nuestra identidad y proyectarnos. A partir de la cultura podemos imaginar un país diferente, porque la cultura atesora nuestra memoria histórica y el poder de imaginar. Tiene potencia transformadora o conservadora, pero nunca está inmóvil. La cultura se hace preguntas todo el tiempo para sentirse viva, por ejemplo, se pregunta por qué vivimos tal feroz pérdida de sentido y ausencia de adultos responsables ante tantos niños en riesgo? Se pregunta cómo puede una persona excluida de su núcleo familiar desde su más tierna infancia crear vínculos amorosos con el mundo. O cómo transformar los estereotipos de una sociedad que proyecta sus errores en las víctimas de la exclusión que genera. Desde la cultura tratamos de imaginarnos cómo se vive íntimamente el estar privado de libertad y podemos emocionarnos al sentirlo, sentir la sombra, el cuerpo inmovilizado, la culpa tatuada como una segunda piel y el daño que busca el bautismo del sacrificio. La cultura construye subjetividad, es decir, a través de los lenguajes del arte, nos ayuda a expresar y responder quiénes somos, cuál es nuestro sentido de la existencia y nuestro rol social, pero además, es un espacio de comunicación social de esta experiencia. La cultura se pregunta por qué las cosas tienen que ser así, encuentra más de una verdad y la contradicción es el motor para seguir buscando una mirada superadora. Pero por sobre todo la cultura nos devuelve nuestra humanidad de animales simbólicos, porque el hombre necesita sentir y darle sentido propio al mundo para seguir viviendo y si nos quitan esa posibilidad, cómo continuamos? Por eso y por mucho más la cultura es un Derecho Humano Fundamental.

Por eso intuimos que este Encuentro está en un tiempo de encuentros, “está en el aire” por eso estamos acá con tanto entusiasmo. Ahora me gustaría que me acompañen en este recorrido de encuentros posibles:

Encuentro de todos los que venimos trabajando en proyectos de cultura en contexto de encierro, fragmentariamente como espejo de una sociedad fragmentada heredera de las reformas de los 90, en solitario, en silencio, a veces con sólo la intuición y el compromiso como sostén en el camino

Encuentro de distintas miradas y lógicas, entre agentes del Sistema Penitenciario, agentes de los estamentos políticos, agentes especializados en la creación o en la educación, agentes de la sociedad en general que sacaron las vendas de sus ojos para acompañar al nacimiento de una sociedad más igualitaria, con un Estado articulador.

Encuentro con una parte de nosotros mismos, cercenada por una globalización que destruye nuestras matrices culturales y nos lleva hacia una “indigencia simbólica” que ahonda la pobreza estructural con la pérdida de sentido y del lazo social.

Encuentro con una visión integral de la exclusión social que proponga partir de los contextos de encierro hacia la construcción de una nueva comprensión de las instituciones y las desigualdades de nuestra sociedad, desde una perspectiva histórica y desde las propias producciones culturales y mirada de las personas privadas de libertad.

Encuentro de la cultura con su sentido social, porque durante mucho tiempo quedó reducida a una visión elitista o patrimonialista, que es también excluir de derechos culturales a muchas personas.

Encuentro que significa mucho más que la suma de las partes, y por eso seguramente saldrán de aquí nuevas ideas y miradas, nuevas redes.

Encuentro para una nueva conciencia democrática y una visión política de la cultura que permita a cada argentino vivir dignamente desde su propia identidad.